miércoles, 31 de agosto de 2011

Conclusiones.


“La Otra familia” es una producción que exhibe un ejemplo de la diversidad cultural y artística, por un lado en la manera en que expone la posibilidad de construir familias “alternativas”, que corresponde a las divergencias en la cultura mexicana. Asimismo se puede considerar como una propuesta cinematográfica latinoamericana en relación a otras filmaciones extranjeras con la misma temática, evidenciando cómo se desarrolla el discurso de la inclusión a partir del reconocimiento “idealizado” y políticamente correcto de la diversidad en el lenguaje cinematográfico.

Es importante apuntar cómo se manifiesta un argumento que se apega a los valores hegemónicos de la institución familiar heterosexual y la mayoría católica, buscado precisamente normalizar y naturalizar las “nuevas familias”, que paradójicamente no significa que no existieran, sino que no eran reconocidas, revelando la importancia que se otorga a las políticas incluyentes de reconocimiento de la diversidad por parte del poder Estatal.



Estas situaciones arrojan a la luz, los mecanismos en que los Estados Nacionales siguen ostentando el poder de reconocimiento, visibilización y reivindicación a pesar de los discursos pluriculturales y de apertura a la multiplicidad de diferencias que coexisten en un territorio. “La otra familia” no es otra cosa que resultado de la despolitización, descontextualización y de la idea de concientización de las diferencias para homogenizar a una población, especialmente en las innegables políticas económicas de un sistema capitalista neoliberal y globalizador, que mira más allá de las personas como poseedoras de derechos, sino que concibe a seres humanos como consumidores de un mercado que no ha sido explotado, el llamado “mercado rosa” que tiene como compradores específicos a la población que manifiesta la diversidad sexual, pues ya se ha declarado mediante estudios de mercado la capacidad adquisitiva y los fuertes gastos en consumo de la población gay. Considero que no es posible tomar a la ligera esta producción cinematográfica, que no pelea por la diversidad ni la inclusión de homosexuales y lesbianas aceptando sus diferencias, no lucha por cambios ni se casa con discursos, incitándonos a la creencia que solamente ejemplifica y expone un caso de una concepción distinta de “familia”.

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